DEFINICIÓN: Es a lo que renunciamos al realizar una elección
El costo de oportunidad ambiental
Con el tradicional campanazo, el presidente de
la República, Ollanta Humala, cerró la jornada de la Bolsa de Valores de Nueva York el
pasado jueves 26 de setiembre, como acto culminante de su gira por Estados
Unidos. Se le otorgó dicho honor por el “reconocimiento al crecimiento y
perspectivas de nuestro país hacia el futuro”.
Antes de ubicarse en el balcón de honor con su
comitiva, expresó: “nuestra presencia aquí es una muestra de que el Perú está
en una posición expectante y esperanzadora, gracias al esfuerzo de su pueblo”.
Luego de ello, y ante la presencia de
representantes de importantes corporaciones norteamericanas, aguardó el
repiqueteo de la campana para luego asestar de manera simbólica dos martillazos
y cerrar la jornada bursátil. Sonrisas a granel.
En la comitiva estaba el ministro del
Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, conocido como “Premier en la sombra” (responde
de manera articulada sobre todos los sectores aunque no le pregunten, también
sobre la coyuntura política, fútbol, informes de Contraloría, y es uno de los
protegidos de la Primera Dama. Eso sí, no es un sobón insoportable como el
ministro de Defensa), quien es el abanderado de “la institucionalidad
ambiental” en el país. Es la persona correcta para el cargo, pues tienen 27
años de experiencia profesional en el sector ambiental.
Sin embargo, hay un concepto que los abogados
desconocen: el costo de oportunidad o costo alternativo, un concepto económico
que permite nombrar al valor de
la mejor opción
que no se concreta o el costo de una inversión que se realiza con recursos
propios, y que hace que no se materialicen otras inversiones posibles. Podría
decirse que el costo de oportunidad está vinculado a aquello a lo que un agente
económico renuncia al elegiralgo.
Para que una inversión tenga lógica financiera, su rendimiento debe ser, al
menos, igual que su costo de oportunidad. De lo contrario, sería más lo que se
pierde por descarte que lo que se gana por la inversión concretada.
El concepto lo acuñó Friedrich von Wieser
(Viena 1851-Salsburgo 1926) en su Theorie der gesellschaftlichen
Wirtschaft (Teoría de la Economía Social) publicada en1914, aunque se observaban
ya indicios desde su obra Das Wesen und der Hauptinhalt der theoretischen
Nationalökonomie(La Naturaleza y el Contenido Principal de la Economía Teórica
Nacional) publicada en 1911. Si una persona posee varias opciones, se puede
calcular el coste de oportunidad de elegir una. Pero, ¿hay infinitas
posibilidades? Lo cierto es que tenemos un número limitado de alternativas, por
lo que la aplicación del concepto se da cuando tenemos recursos limitados. Esto
condujo a algunos economistas a limitar el objeto de la Economía a
la mejor asignación de recursos escasos entre sus posibles usos alternativos.
Pulgar Vidal, como máximo responsable del
sector Ambiente, debe determinar los límites máximos permisibles (LMP) y los
estándares de calidad ambiental (ECA) que sean creíbles y aplicables por los
operadores económicos. No se deben establecer límites y estándares que no se
puedan cumplir (Ejemplo: inexistencia de la tecnología al momento para llegar a
ese estándar), pues la propia autoridad pierde respeto frente a sus regulados y
otros grupos de interés. No es aceptable que la autoridad se escude diciendo
“eso se hizo en una gestión anterior”, como si no tuviera responsabilidad directa
por estar ejerciendo el cargo en el presente. No se pueden establecer límites y
estándares en función de “no hacerse problemas con los verdes” ante la
eventualidad de que estos objeten un nombramiento a un cargo internacional
luego de servir al sector público peruano. Los límites y estándares deben ser
fijados de una manera técnica, no respondiendo a agendas subalternas.
Como ya mencioné en una anterior oportunidad
(Gestión, artículo de junio de 2013), existe una controversia respecto a los
LMP de dióxido de sulfuro (SO2) a partir del 01 de enero del 2014, un valor
diario de 20 ug/m3, ya que no existe tecnología en el mundo para llegar a esta
meta. El país más estricto en este tema es Japón, que tiene un límite de 105
ug/m3.
El límite ya existente de 80 ug/m3 ya ha
traído problemas a las refinerías peruanas. Tomemos por ejemplo la refinería de
Ilo que opera SPCC. Ésta ha tenido que parar 2,741 horas en el 2010; 785 horas
en el 2011; 2,581 horas en el 2012 y, de enero a febrero del 2013, 579 horas. Es
decir, en los últimos 38 meses, la refinería ha parado 6,686 horas, pues las
emisiones de SO2 estaban por encima del límite de 80. Esto significa
que la empresa ha dejado de ganar US$53.17 millones, el Estado ha dejado de
recibir US$5.82 millones en regalías y US$22.78 millones por impuesto a la
renta (la mitad iría al departamento de Moquegua como canon), los trabajadores
han dejado de repartirse US$ 6.6 millones.
La sociedad en su conjunto ha perdido por
poner LMP que poco o nada tienen que ver con lo que sucede en el mundo y que no
reflejan el estado de la tecnología. ¿Es esto una muestra de desconocimiento,
ignorancia dirigida o simplemente miedo a asumir la responsabilidad que
conlleva el cargo?
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