DEFINICIÓN: Elementos básicos empleados en la producción y distribución de bienes
Pérdida de capital humano
La crisis ha provocado un fenómeno que lamentaremos en
un futuro, como ya sucediera en otros tiempos de infausto recuerdo. Es lo que
se ha dado en llamar ‘fuga de cerebros’. La expresión ‘fuga de cerebros’, que
contiene una conocida metonimia, es antigua pero expresiva. Y hoy hemos de
lamentar que ésta sea la tendencia migratoria española: según un estudio del
Real Instituto Elcano realizado entre 7.000 personas, el 89 % de la población
española que ha emigrado a otros países, especialmente de Europa, posee una
educación superior. Nuestros emigrantes son, en su mayoría, ingenieros. El
derroche es manifiesto, dado que el país de origen, España, sale damnificado en
un doble sentido: por una parte, se descapitaliza porque pierde a personas
cualificadas que ya no participarán en el proceso productivo; por otra parte,
los recursos invertidos en individuos que no desarrollarán sus capacidades aquí
no producirán retorno alguno. Lo grave del caso es que no hay reacción a este
estado de cosas. No se trata, es obvio, de poner trabas a la emigración o de
recobrar valores de la vieja autarquía sino de plantear un futuro inclusivo en
que la emigración no sea la salida irremediable de muchos jóvenes o no tan
jóvenes que no encuentran aquí dentro oportunidades de realizarse. Por el
contrario, las fuerzas políticas asisten a este desastre con incapacidad para
ponerle remedio, o lo que es peor, con una fría impasibilidad. La crisis nos
está provocando una grave sangría de inteligencia joven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario